EL CADILLAC DE DOLAN de Jeff Beesley.
2009. Thriller, venganza, King. P: 5/10.
Director: Jeff Beesley.
Música: James Mark
Stewart.
Fotografía: Gerald
Packer.
Intérpretes:
Christian Slater, Emmanuelle Vaugier, Wes Bentley, Robert Benz, Darla Biccum,
Greg Bryk, Melany Burant.
Sinopsis: Una banda que se dedica a la trata de blancas
está dirigida por el mafioso y cruel Jimmy Dolan ve , como una mujer contempla
desde la lejanía, a caballo, como estos matan a los responsables de una entrega
fallida, ve el camión atestado de chicas moribundas...
Cuando denuncia los hechos la esconden, como testigo
protegido, en un hotel con su marido, un profesor de ciencias de la escuela de
La Vegas. Pero ella decide ir a comprar un "predictor" de embarazo y
es asesinada.
Su marido intentara vengarse de los asesinos de su mujer
e irá a por ellos...
Comentarios: Realmente primera película del director que
viene de la televisión, con una amplia experiencia e historial. Está basado en
un relato de la antología "Pesadillas y alucinaciones", una
recolección de historias geniales del genial King. Este en concreto, la
historia de una venganza, aun está entre los mejores que he leído: brutal,
duro, directo a la yugular, trepidante, emotivo, cruel, perverso.
La adaptación cinematográfica no lo hace nada mal, para
pasar un corto a un largometraje, con añadidos y escenas alargadas que no desentonan pero...como es normal en
algo así, una historia estirada, la
película se hace irregular, desigual.
A un comienzo más bien penoso pero que les lleva media
película (se nos hace pesada y aburrida) con giros inverosímiles de cámara
innecesarios, con persecuciones infantiles y absurdas, con unos
personajes/actores que no dicen nada; lo dicho, a un comienzo penosillo le
sigue la venganza y la película alcanza momentos álgidos y duros, de forma
notable ese mano a mano entre Dolan
(dentro del cadillac) y Robinson (fuera del coche) alcanza cotas épicas, incluso los dos actores
están geniales con una demostración palpable
de sus cualidades sobre todo un Slater que termina bordándolo en su
frustración, su agonía, su propia maldad...
El director, en esta segunda parte, se hace casi clásico
en el manejo de la cámara y del tiempo y montaje, se olvida de florituras y va
al grano, a los actores, al enfrentamiento.
Hay, a lo largo del film,
escenas muy conseguidas (cuando encuentran sobre la cama el cadáver de
una mujer con un dedo cosido a los labios como advertencia) y las apariciones
fantasmales de la mujer asesinada de Robinson que lo acompañan en todo momento
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