viernes, 18 de agosto de 2017

Peliculas de "Danza macabra" (Cap III. 2): : LA NOVIA DE FRANKENSTEIN de James Whale.


LA NOVIA DE FRANKENSTEIN de James Whale.

1935. Ciencia ficion, Terror, secuela. P: 10/10.

Director: James Whale.

Guión: William Hurlbut, John L. Balderston basada en la novela Frankenstein de Mary Shelley

Música: Franz Waxman, Franz Schubert (Ave Maria, Op.52 No. 6)

Fotografía: John J. Mescall.

Maquillaje: Otto Lederer, Jack P. Pierce.

Intérpretes: Boris Karloff (El monstruo), Colin Clive (Dr. Henry Frankenstein), Valerie Hobson (Elizabeth Frankenstein), Ernest Thesiger (Dr. Pretorius), Elsa Lanchester (Mary Wollstonecraft Shelley/La novia del monstruo), Gavin Gordon (Lord Byron), Douglas Walton (Percy B. Shelley), Una O’Connor (Minnie/sirvienta en Villa Diodati), E.E. Clive (alcalde), Lucien Prival, O.P. Heggie, Dwight Frye (ladronzuelo), Reginald Barlow, Walter Brennan, John Carradine.

Sinopsis: En una velada Byron esta con el poeta Shelley y su novia/amante Mary Shelley..(“cuéntanos tus infiernos mientras el cielo brama)…con una tormenta monstruosa tras los ventanales. De esta forma Mary continúa su historia donde nos la dejo la primera película de Whale.

Pronto vemos que el monstruo se salvo de la quema y destrucción del molino al caer en un pozo de agua bajo el mismo. La gente de la aldea se marcha abatida salvo  la criada Minnie que piensa que aun está vivo. Vivo y libre creando el terror y la destrucción.

Henry salvado es visitado por un extraño doctor Pretorius que como un diablo tentara y amenazara a Henry a volver a sus experimentos. Le muestra, incluso, como en una atracción de feria, unos pequeños seres encerrados en cilindros de cristal, seres que luchan por escapar antes la mirada complaciente de Pretorius (la base de estos homúnculos ya está en la novela de Mary).

Gran escena de la visita del monstruo escapando de nuevo a la casa de un viejo invidente, se escapa de todo artificio y sensiblería, a la que llega tras la música que hace con su violín.

De nuevo escapando llega a las catacumbas donde se encuentra con Pretorius comiendo sobre un ataúd de una joven a la que ha robado los huesos. La escena es increíble, la aproximación del monstruo ante la ligera sorpresa de un Pretorius medio achispado y como lo contenta con una copa de licor, brindis de dos monstruos enamorados de la muerte. “Yo quiero a los muertos. Odio a los vivos” dice el monstruo.

El  monstruo instigado por Pretorius rapta a Elisabeth y obliga a Henry a ayudarle a crear una mujer.

Crean a la mujer, un ser especial y extrañamente bello con un rebuscado maquillaje y un complicado y ultramoderno peinado (a destacar las cicatrices en la garganta). El  monstruo acude a conocer a su futura compañera lleno de ¿ilusión? Pero, ella, cuando lo ve grita horrorizada y lo rechaza. Trata de ser amigable, le coge con dulzura la mano pero es rechazado una y otra vez con ese grito tan extraño y, con una lagrima que cae en el ojo del monstruo y dejando irse a su creador, destruye todo con el…

Comentario: La existencia de la mujer monstruo ya está en la novela original, así como los homúnculos que darán luego lugar a películas como “Dr, Cyclops” o “Muñecos infernales”. Ese prologo imposible es magnífico y Elsa esta sensacional y preparando su regreso en el relato como la mujer monstruo; Byron hace aquí un resumen extraño y cabal de la primera película en un montaje maestro.

La película es evidentemente Pretorius, el alter ego de Henry o, más bien, el Mefistófeles si Henry es el Fausto del cuento y un monstruo que habla, magistralmente interpretado por Karloff, un monstruo entrañable cruel, violento, y patético en su soledad y en su búsqueda de una amistad que se le niega. Un detalle a destacar es la creciente fuerza de este ser conforme va transcurriendo la película. Que pasa de ser detenido por la turba del pueblo, de nuevo, a romper sus cadenas y sembrar el caos y la muerte.

Las figuritas de Pretorius que Henry dice más bien de magia negra, son en sus roles tremendos: la reina, el rey con ansia de los favores de la misma. La sirena y la Bailarina como fantasías sexuales, el Obispo como represión moral institucional y el Diablo con cierto parecido al loco doctor, como el intenta decir.

Elsa, recién renacida, en pocos segundos aparece en escenas con explosiones eléctricas, con la tormenta en lo alto, sus movimientos bruscos aprendiendo y, más tarde, bellamente vestida.

Se considera como superior a la primera, se ven más medios, más cariño incluso, y mucho humor negro.

Todos los actores están geniales y a destacar un secundario de lujo, Dwight Frye, el Flint de la primera que es asesinado y que aquí le meten en una sub-trama que luego quitaron con el asesinato de varias personas emulando al monstruo y que este, al final lo tira desde el torreón.

Magnifica, son un Karloff en alza y toda una simbología freudiana y mefistofélica y artística.


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